martes, 14 de julio de 2009

¿Sabes como tirar una buena caña ?


Cuando decimos “tirar” nos referimos a servir correctamente la cerveza. Antes que nada es importante tener en cuenta que debemos tener los vasos bien limpios a la hora de servir la cerveza para que nada impida que la disfrutemos con todo gusto.

A la hora de “tirar la cerveza” debemos humedecer y escurrir el vaso y colocar el mismo a una distancia suficiente para que la cerveza, al caer se bata suavemente en el fondo y no tengamos la tan odiada por muchos y tan amada por otros “cerveza con espuma”. Inclinando a 45° gados, más o menos.

Para cervezas de vaso alto espumosas (como las Weizen alemanas o una Kwak) lo mejor es tomárselo con calma y verter el brebaje en varios tiempos. Las cervezas con refermentación en botella (como muchas Weizen y las belgas de alta fermentación) suelen contener restos de levadura y posos en la misma, así que es necesario remover un poco la botella antes de tirar el último chorro.

Las cerveza servidas en copa alta, como las Ales doradas belgas suelen formar una cantidad considerable de espuma. En este caso hemos de servir despacio, volcando cerca del borde, pero sin miedo alguno: la forma de a copa alienta la creación de espuma. En ocasiones y para evitar demasiada espuma, se humedece la copa con agua fría antes de servirla: pero ojo, no se trata de llenar de agua el vaso ni de evitar a toda costa la corona blanca. Una cerveza de espuma brillante y consistente es sinónimo de buena cerveza. Si, además, la espuma persiste mientras la bebemos y forma aros paralelos sobre la copa, mejor. Siendo un poco más técnicos, el volumen de la espuma depende del contenido de carbónico, mientras que la densidad y la persistencia dependen de la degradación de proteínas, sustancias amargas del lúpulo y pentosanos. ¡Pero otro día hablaremos de la espuma!.

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